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En los
tiempos que vivimos, no es extraño escuchar o leer sobre la importancia que
tiene la innovación como propulsor del desarrollo económico de una nación.
Buscar nuevas y mejores maneras de hacer las cosas es uno de los motores que
impulsa a cientos de compañías (entre esas la nuestra) a investigar,
desarrollar y probar ideas, productos o soluciones que transformen procesos,
mejoren la eficiencia y en definitiva, cambien nuestra vida y el mundo para
bien.
Trabajar en
una empresa de tecnología que además cuenta la innovación entre uno de sus
valores nos obliga a ver más allá de lo que es conocido y considerado un
estándar. Debemos estar siempre anticipando qué es lo que viene, qué necesita
el mundo y cómo podemos materializar mejores soluciones para satisfacer esas
necesidades.
Por eso,
cuando en días pasados leí este artículo de FastCoExist, donde hablan de "8
trabajos que la gente tendrá en 2025", fue inevitable pensar en la
diversidad de empleos que se originarán producto de las tecnologías innovadoras
como las nuestras que diariamente transforman nuestro entorno, nuestra manera
de hacer las cosas, hasta el punto de transformar o cambiar el trabajo, creando
nuevas categorías de empleo que antes nos habrían parecido inconcebibles.
"Especialista de Desintoxicación Digital,
Desorganizador Corporativo, Gerente Digital de Fallecidos", uno lee
estos posibles "futuros cargos" y puede creer que nos están jugando
una broma. Algunos quizás no lleguen a materializarse. Pero la idea detrás del
artículo es fascinante porque nos permite ver que: 1. la tecnología es un
elemento que está intrínsecamente ligado a nuestra vida, al punto tal de que
influye e influirá en la manera cómo nos comunicamos, la manera cómo
estudiaremos, qué profesión elegiremos, cómo buscar trabajo y cómo lo
ejecutaremos. 2. La innovación no es solo un concepto que aplicamos a un
producto, un programa o un diseño, también está transformando los roles dentro
de nuestros sitios de trabajo, y cambiándonos a nosotros en el proceso. Debemos
seguir viendo más allá, anticiparnos a los cambios que vienen, aprender nuevos
métodos de trabajo y ¿por qué no? desaprender otros.
Siendo una
compañía que desarrolla tecnologías para generar un impacto social profundo, no
cabe la menor duda que muchos de esos nuevos trabajos se originarán de la
necesidad de poder contar con profesionales capacitados para asumir los grandes
retos que nos depara el futuro: Un pastor urbano que vele por el buen
funcionamiento de las infraestructuras de las ciudades, que sepa gestionar los
recursos, un granjero
vertical que sepa cómo cuidar los jardines que crecen hacia arriba para
ahorrar espacios, un controlador
del clima que maneje y modifique sus patrones, un oficial de
sostenibilidad para investigar, gerenciar y e implementar políticas
eco-amigables en diversos entornos. Habrá decenas de nuevos trabajos que
requerirán algo más que un individuo bien preparado para poder ejecutarlo. La
innovación será una cualidad clave en nuestras vidas.
¡Apenas
estamos empezando!
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