¿Qué pasaría si pudiésemos viajar en el
tiempo en el trabajo?
Bueno, la verdad es que no hay que ser parte de una serie
de ciencia ficción para lograrlo. En Smartmatic, ya tenemos muchos colegas que
por su trabajo necesitan viajar frecuentemente. En secreto, los consideramos
nuestros viajeros del tiempo. Pueden cruzar múltiples zonas horarias en un
abrir y cerrar de ojos.
Admirados por algunos (principalmente los
jóvenes, solteros y colaboradores curiosos) y algunas veces compadecidos por
otros (sobre todo aquellos que ya han transitado esa ruta por muchos años),
nuestros viajeros del tiempo son únicos en el mundo corporativo.
Afortunadamente, tuvimos la oportunidad de ponernos al día con uno de ellos
(¡entre aeropuertos!). Así se viaja junto a un miembro del equipo de
Smartmatic.
Rafael Franceschi, tiene el cargo de Líder de Calidad. Con más
de 10 años en la compañía ha aprendido de los placeres y adversidades de viajar
regularmente. "Lo que más me gusta de viajar con la compañía es la
adrenalina que siento con el trabajo de campo; trabajar hasta el cansancio con
el equipo para lograr nuestros objetivos. Estar en la primera fila, probar
equipos, producir máquinas, resolver problemas. Es una sensación extraña de
explicar, pero a pesar de la tensión y la presión que conlleva este trabajo,
todavía disfruto de la intensidad del trabajo de campo”.
En su opinión, los tres desafíos
principales a los que se enfrentan los que trabajan recorriendo el mundo son:
1. Dejar a sus familias (incluidos los niños) por períodos prolongados; 2.
Trabajar en múltiples idiomas, con personas de diferentes culturas, en medio de
una cantidad de soluciones tecnológicas (con diferentes requisitos,
herramientas y expectativas culturales); y 3. Los desafíos culinarios: adaptar
rápidamente los paladares y cuerpos a todo tipo de cocinas, especias, sabores, costumbres
y gastronomías".
Para Rafael, estar lejos de su familia pesa
mucho en su equilibrio. "La peor parte de viajar es tener que verlos (esposa
e hijos) a través de Skype, Facebook o cualquier otra plataforma. Te hace
sentir impotente, especialmente cuando tus hijos están enfermos, cuando surgen
emergencias o cuando el contacto a través de diferentes zonas horarias se
vuelve confuso ".
"En mi último viaje, por ejemplo, mi
esposa me envió la foto de una pared quemada con el mensaje: Nuestra cocina se
incendió... y nada más. A esto siguieron los 15 minutos más largos y
preocupantes de mi vida. Ella no contestaba el teléfono. Esperaba lo peor.
Luego, ella me respondió que todo estaba bien. Fue solo un problema con una
manguera defectuosa. Cerró la válvula de gas, y listo, problema resuelto. La
cocina fue reparada tan pronto como regresé, y ahora es solo otra anécdota,
¡pero no puedes imaginar la angustia que sentí!”
A pesar de los desafíos, siempre hay
momentos destacados para alegrar el recorrido del viajero. Rafa por ejemplo
comparte "No creo que pueda elegir un viaje o lugar favorito en el que
haya trabajado. Pero puedo contarte cuál fue el más sorprendente para mí: ¡El
asombroso Paquistán!"
Para
Rafael, el viaje a Pakistán fue una oportunidad para volverse a enamorar de
este otro lado de la experiencia Smartmatic: viajar. "Islamabad es una
ciudad muy verde, llena de gente amable y generosa, con muchos centros
comerciales y franquicias occidentales de comida rápida.
En Pakistán aprendí a
apreciar el cricket. Encontré muchas similitudes con dos deportes que amo, el
béisbol y el softbol. Por otro lado, después de dos semanas me acostumbré
bastante a la comida. Incluso puedo decirte que en Islamabad tuve el mejor
pescado frito que he comido nunca ", se ríe Rafael.
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