Erika Isabel Montiel Schweitzer
El Dragón Smartmatic es un premio a la excelencia y un reconocimiento al que ha dado lo mejor de sí. Así lo han entendido nuestros compañeros Bejilccy Delgado, Eduardo Mandry y Pedro Mugica, ganadores del Dragón Smartmatic 2014.
Para mí, siendo la primera vez que estoy en una entrega del Dragón, es también un llamado a todos nosotros a continuar superándonos.
En nuestra oficina de Caracas, Bejilccy y Eduardo recibieron sus estatuillas en un acogedor acto. Música y cuentos representaron la antesala de la premiación. Historias alusivas al misticismo de los dragones y cómo sus fortalezas son proyectadas en la organización a través del premio “Dragón Smartmatic”, para reconocer el logro de los objetivos de manera sobresaliente.
A cada ganador los presentó un líder de su área de trabajo. Mayra Olivo, nuestra Gerente General de Smartmatic en Venezuela, hizo énfasis en la tenacidad y gran capacidad de Bejilccy para ejecutar los proyectos. Además habló de su gran aporte cultivando la relación con el cliente.
Manuel Vásquez, Gerente de Tecnología, entregó la estatuilla a Eduardo y destacó su excelente desempeño profesional desde que ingresó a Smartmatic.
Personalmente fue muy emocionante ver la alegría de los ganadores al ser reconocidos con el Dragón. Bejilccy Delgado dijo que este premio la llena de satisfacción y la motiva para asumir nuevos retos. “Este reconocimiento nos ayuda a forjarnos más retos en el día a día. Recibir el Dragón significa que tu trabajo se proyectó hacia los jefes, hacia el cliente, y lo más importante, que fue útil”.
Eduardo Mandry, muy emocionado, expresó que aunque él es quien se lleva el Dragón a casa, la verdad es que su premio “proyecta el éxito de todo un equipo de trabajo. Este Dragón no es sólo mío, es de todo mi equipo. Debo agradecer a la gente de tecnología y a la de elecciones. El trabajo no es de una sola persona. Este Dragón es compartido con todos ustedes”, resaltó.
Pedro Mugica, el tercer Dragón 2014 trabaja desde nuestra oficina de Boca Raton, razón por la cual no pudo estar presente en la condecoración, así que no pude ver su reacción. Me contaron que cuando le dijeron por teléfono que había ganado un Dragón, estuvo callado un par de segundos, y al igual que Bejilccy y Eduardo, se emocionó mucho.
Me atrevo a afirmar que entre las moralejas que quedaron en el ambiente resalta la importancia de la fuerza interior para alcanzar las metas propuestas en todos los ámbitos de la vida.
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