Imagen: Noel Roldan |
Son las 7:20 p.m. en el Centro de Comando de la Comisión de Elecciones de Filipinas. El aire está cargado de emoción, una inconfundible corriente subterránea de electricidad energiza todo el predio. Una babel de voces y otros sonidos se combinan en un magnífico repiqueteo que convierte la carpa en una colmena gigante.
Cesar Flores, presidente de Smartmatic para Asia Pacífico, conversa animadamente con algunos funcionarios de la Comisión de Elecciones. Otro Smartmatiano, con ojos somnolientos, toma ruidosamente su novena taza de café recién colado. Las urnas han cerrado hace veinte minutos, la gente está en vilo, ávida de cualquier noticia.
De pronto, los aplausos estallan. Los resultados de las elecciones comienzan a llegar, primero como un hilo, luego en fluidez constante. Júbilo. Orgullo. Una mezcla de emociones se apodera del Centro de Comando, todos en el tope de la emoción por ser parte del desarrollo de la historia.
"Es hora del show" dice un Smartmatiano.
Horas más tarde, los filipinos ya sabían quiénes eran los ganadores de las elecciones. En dos días, Comelec proclamó seis de los doce senadores.
Al igual que en 2010, la tecnología electoral de Smartmatic suministró resultados rápidos, deslumbrando a todos.
Para los empleados de Smartmatic, el éxito de las elecciones de 2013 era la validación que necesitábamos -esas noches sin dormir los fines de semana de trabajo no habían sido en vano-.
Cuando se le preguntó sobre cómo se siente trabajar para la Compañía de Elecciones, un Smartmatiano dijo que se sentía muy orgulloso de ser parte de una empresa que verdaderamente sirve a la democracia.
"No a todo el mundo se le da la oportunidad de ser parte de un equipo que realmente hace la diferencia en la vida de un país. Elecciones rápidas, exactas y transparentes. Estas son las cosas que llevaron a la estabilidad política en Filipinas. Y mira cómo está la economía ahora".
"Somos lo máximo", agregó.
Franklin De la Cruz
Franklin De la Cruz
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